sábado, 16 de mayo de 2009

...Una Apasionada practica...


Jack Buckater era mi amigo desde hace bastante tiempo, practicábamos juntos artes marciales en la escuela de karate del Señor Phoo. El era alto, de gran musculatura y amplios brazos, sus ojos eran de un verde esmeralda como ninguno y sus cabellos eran de un dorado increíble, realmente era hermoso y cautivador, pero aun así no podía mirarle con otros ojos, no podía negar que me llamaba la atención, pero éramos amigos y solo amigos.

En una de nuestras ultimas practicas me invito a pasar el día en su campo a las afueras de la ciudad, el era dueño de una antigua viña que producía excelentes vinos, aun recuerdo haber probado una botella en una de las tantas salidas que habíamos compartido ambos. Me pareció una excelente propuesta ya que después de todo teníamos que practicar para el campeonato que se acercaba en pocas semanas y que mejor oportunidad para hacerlo, así que acepte su propuesta de buenas ganas.

Llegue a su casa, era grande y hermosa, rodeada de arbustos y árboles frutales, justo al lado de la casa principal había una amplia piscina con aguas cristalinas y a lo lejos se vislumbraban las filas y filas de viñedos, en ese momento me di cuenta que no tenia idea de la cantidad de dinero que poseía puesto no me interesaba en lo mas mínimo, el era mi amigo y era lo único importante, pero no podía dejar de estar impresionada por aquella hermosura plasmada ante mis ojos.

Salio a recibirme casi corriendo, abrió la puerta del conductor de mi vehículo donde me encontraba y me ayudo a descender con toque angelical, era tan caballero, siempre atento a cualquier movimiento, sin duda cualquiera de las mujeres que lo poseyera en un futuro cercano estaría feliz de ser su mujer, pensé para mis adentros.

-Señorita Dawson, Me dijo mirándome a los ojos, -Que bueno que llegó, le estaba esperando hace horas, en ese momento tomo mi mano, y deposito un dulce beso en ella. No puedo negar que aquel detalle no me conmovió por que mentiría, el era demasiado delicado y detallista, pero no podía mirarle con otros ojos, además… por Dios, tengo 27 años!! Toda una vida por delante y no quiero relaciones serias por el momento, quiero disfrutar, vivir, viajar… pensé para mis adentros. pero no podia evitar sentir aquellas sensaciones que rodeaban mi entrepierna, aquellos ojos, su delicadeza, ambos, tendidos en el césped, el rompiendo mi polera pero... En ese instante y aun sumergida en aquellos ojos, oí a lo lejos su voz…

-¿Que sucede mi querida Kate?…

-Ah, que… ¿perdón?

-No se… estas rara el día de hoy.

-Oh, perdóname, me quede pensando en algo, conteste sonrojada. Como estas Jack? Tienes una hermosa “casita” enfatice.

-Ah esto, si, bueno, no es mío, era de mis padres y me fue heredado al morir ellos, pero yo no hice nada por este lugar así que no lo considero mío en su totalidad.

-Siempre tan terco Sr. Buckater, le dije con cierta ironía… -Bueno, ¿cuando empezamos? tengo unas ganas de patearte el trasero el día de hoy que ni te imaginas.

El me miro con cierta picardía y contuvo una sonrisa, -Si claro, Es por aquí, sígueme! Me dijo. Me enseño la casa como era por dentro, la cual tenia un deje de casa patronal hermosísima, cada cuarto, cada pasillo, las salas centrales, los azulejos y murallas contenían un trozo de historia inimaginable, que la hacían aun mas cautivadora, sus tejas de la misma época me llevaban en un encierro increíble que la única sensación que tenia en ese momento era tener un cuaderno en mis manos y poder escribir sobre ella.

-Si que estas callada esta mañana Kate, ¿te sucede algo? Me pregunto con un dejo de preocupación en sus ojos.

-Mmmm… nada, es tan solo que estoy maravillada con tu casa Jack, es increíble!

-Si, así es… es preciosa, me encanta venir aquí los fines de semana y desaparecer de la rutina, ruido y suciedad de la gran ciudad. Es sin duda un lugar encantador. Me dijo mirándome a los ojos y sonrió.
Me quede estática sin saber donde mirar, el verde de aquellos ojos me tenia ensimismada por vez primera y no pude moverme, tan solo mirarle y contemplar aquella hermosura que había en mi amigo, de repente sentí algo que me clavo en el pecho y no entendí lo que sucedía.

-¿Que pasa, Katie, que sucede, dime? Me exigió mi amigo con preocupación.

Tome aire profundamente y continué, -no es nada Jack, tranquilo, no es nada, debe ser la tranquilidad de este lugar, el cantar de los pájaros y el aroma a campo que me tienen maravillada, tu tranquilo. Pero creo que es hora de ponernos a practicar, luego se hará de noche y debo regresar a la ciudad.

-Perfecto… prepárate para la batalla entonces querida niña, y me miro picaronamente. –¿Vamos? Tengo todo listo en el patio central.

Nos fuimos a preparar, ambos en nuestras ropas sport, yo con unas calzas azules con rallas blancas a los costados y un diminuto top negro ceñido al cuerpo, descalza. El con sus pantalones de buso y una polera sin magas que dejaba ver sus marcados músculos y su blanca pero levemente tostada piel en ellos.

Al entrar al cuadrilatero el me miro con sorpresa en su rostro, no sabia que decir, por lo que me puse en posición de combate.

-Bueno, ¿te quedaras toda la vida ahí mirándome o comenzaremos la práctica? Al notar un dejo de sonrojo en sus mejillas me di cuenta que no era la pregunta correcta, por lo que procedí a invitarlo con una mano para comenzar la lucha.

Comenzamos la pelea, Primero el saludo habitual entre los participantes, luego patadas, brazos, rápidos golpes con las manos e intentos de llaves fue la tónica perfecta, nuestros cuerpos comenzaron a sudar debido a la fuerza puesta por nuestros golpes, hasta que el cansancio fue mas… me detuve, pero en ese preciso momento no le vi venir… me tomo por la cintura enredando sus piernas con las mías en forma de llave y ambos caímos… yo de espaldas al suelo y el sobre mi.

Nos miramos por un instante sin parar de jadear debido al cansancio que nuestros cuerpos demostraban, nuestros cuerpos se unían en nuestra transpiración constante, pude sentir su calor con tan solo rosar su cuerpo con el mio, su aroma era maravilloso, encantador el cual me llevo mas allá de la realidad. en ese momento, puso su rodilla en mi entrepierna donde sentí su calidez a través de la delgada tela, en ese momento tome una bocanada de aire y me di vuelta rápidamente para dejarnos en posiciones opuestas, ahora era yo la que estaba sobre el.

–Se siente bien tomar el control algunas veces, ¿no crees Jack? Le pregunte.

Pero aquellos no eran los ojos de Jack, en ese momento me miró con los ojos envueltos en llamas, ahí sobre el, sentí que su protuberante y ardiente miembro bajo mis piernas que crecía con cada bocanada de aire, nos miramos por alrededor de 30 segundos los cuales fueron los mas largos de mi vida, pero cuando finalmente reacciono me dio un leve empujón para ponernos de pie nuevamente, se le notaba furioso pero a la vez excitado, sabia que no era correcto seguir con aquella practica, con aquel juego, pero había algo que me lo impedía, quería seguir, quería continuar con aquello, pero al parecer el no pensó lo mismo… aun jadeantes debido a nuestra excitación dio marcha atrás y me dijo con tristeza. –Me retiro.

Me pareció tonto, como podía reaccionar de esa manera, busque sus ojos pero no los encontré, y sin pensar me abalancé sobre el. Cuando logré atraparlo, me tiró al suelo tomando la defensiva, cuando dudó de lo que había hecho, me dio tiempo de ponerme de pie y tomar sus brazos en la espalda a modo de llave. Forcejeamos un rato y se calmó aparentemente, se soltó y me tomó entre sus brazos para azotarme contra el tronco de un gran árbol que había cerca de aquel lugar...

Estaba lleno de ira y confusión, lo notaba en sus ojos, en su forma de respirar, en sus jadeos constantes. Enfurecida corrí hacia él y me lancé directamente a sus piernas para arrojarlo nuevamente al suelo. Caí sobre el y comencé a atacarlo con furia, con excitación, sin pensar en lo que hacia. Comenzamos a rodar sobre nuestros cuerpos hasta que el sudor de nuestros cuerpos se mezclo con la tierra y las hojas caídas por el otoño.

Hasta que intenté inmovilizarlo con mis piernas, pegándome a su cuerpo mas y mas. Al contacto de nuestros cuerpos sentí la dureza de aquel miembro entre mis muslos, le mire confusa, atónita, tenia rabia, ira, temor, pero aun así lo deseaba complemente. No sé cómo, ni cuando la practica se convirtió en ira, la ira se transformo en deseo, y el deseo se transformo en caricias.

Alzo sus manos las cuales tomaron uno de mis pechos quitándome el aliento, jamás le había visto así, me daba miedo, pero sin embargo me excitaba mas y mas, bajó su boca hasta la hendidura de mi cuello besándolo y frotando su mentón contra él mientras con un dejo de temor comenzaba a acariciar mi excitado pezón por sobre mi ropa. –Eres tan hermosa Katie, no me puedo contener, me dijo entre sus jadeos constantes. Le mire atónita y sin expresión… no sabia que hacer, estaba confundida y atormentada, pero al escuchar sus palabras me deje llevar.

El pasó su fría mano por mi espalda y comenzó a tratar de abrir la parte posterior de mi corpiño con locura, batallo y batallo hasta que perdió aquella guerra personal, en ese minuto sentí el sonido de mi ropa rasgarse hasta que aquellas ceñidas ropas cayeron despedazadas al suelo, Tiro de mi corpiño que levemente cubría mis pechos hasta que con el contacto de la fría brisa sentí la contracción de mis pezones. le mire perpleja, aun no podía creer la cantidad de deseo que había en nuestros cuerpos, su respiración era más candente con el pasar de los segundos, dejando ráfagas de jadeos y besos cálidos sobre mis hombros, era como que si estuviera conteniendo hacia mucho tiempo y al fin habían liberado a la bestia.

Jack deslizo los dedos bajo la curva pálida de uno de ellos e inclino la cabeza sobre el, me miro nuevamente a los ojos y me apretó contra él con desesperación, succionando mas y mas, me estaba volviendo loca de pasión, con cada tirantez, con cada pequeño mordisco se me iba la vida y sus ojos estaban centrados en los míos, disfrutando de mi total excitación. Le tomé el rostro con ambas manos y sentí como mi piel lo reclamaba a gritos, al mirarlo vi el fuego en sus ojos encendidos, hasta que su boca se acerco a la mía y sus besos se fusionaron con los míos besándonos con desesperación y locura, él comenzó a descender por mi cuello lamiéndolo, dejando un camino encendido con aquella humedad que desprendía de su ardiente boca hasta que sentí que tanteó nuevamente el contorno crispado de uno de mis pezones con su encendida lengua, gemí de placer, hasta que se posiciono del otro, comenzó a apretarme con sus fuertes manos, masajeando y respirando cada vez mas candentemente.

Bajó nuevamente su cabeza hasta que tomo el pezón palpitante entre los dientes y comenzó a mordisquear con desesperación hasta hacerlo sangrar un poco, con aquellas caricias los dardos de placer comenzaron a recorrerme de la cabeza a los pies, inundándome de deseo y lujuria. Se inclino y volví alcanzar su cuello, besando con fuerza los recovecos de cada centímetro de su estructura, sus manos hambrientas recorrían todo mi cuerpo, presionaba con fuerza su cuerpo contra el mío, hasta que sentí el volumen de su excitación contra mi muslo, la dureza que se tensaba bajo la tela de su pantalón.

Le busque ávidamente, mientras él seguía jugando con mis pechos y encendiéndome con enloquecedores besos, mis manos descendieron hasta llegar al cordón que sujetaba su pantalón, metí mi mano por debajo de el y tome su empalado y excitado miembro, los dos gemimos cuando por fin le libere de su confinamiento y la carne endurecida de Jack salto de entre los pliegues de la tupida y ardiente tela.

Con un gruñido gutural me empujo hacia el árbol que se encontraba a nuestras espaldas, llevo sus manos por encima de mi cabeza y me aprisiono contra aquel roble. Me beso en la boca explorándola con la lengua mientras su mano libre acariciaba la piel de mi vientre y decencia mas y mas hasta que llego a mi entrepierna y la acaricio con locura, estaba preparada, lista para ser embestida, sin embargo el siguió martirizándome con su dedo juguetón, rodeando mi carne y tanteando me canal. Metió una de sus piernas entre mis muslos obligandome a separarlas.

Al sentirme tan enteramente dominada recibí un latigazo de placer primitivo. Con locura me libero de mi calza, dejándome solamente en mis delgadas bragas, sentí su gemido doloroso cuando vio aquella delicada tela que aun me cubría, en ese momento los dedos de Jack recorrieron nuevamente los labios hinchados de mi entrepierna, mientras el contenía mis desesperados gemidos y jadeos con sus ardientes besos, no podía mas…

-Jack… Susurre invadida por un calor abrasador en el momento que él se arrodillaba frente a mí para inhalar el perfume de mi cuerpo –Espera, le dije con desesperación, pero mis argumentos no fueron necesarios, ya que la boca de Jack ya estaba sobre mi entrepierna, sentí su humedad en la abertura de mi sexo y su lengua apartaba los rizos tupidos.

El placer que experimente en aquel instante fue increíble, una ráfaga tortuosa recorrió mi cuerpo de la cabeza a los pies. El hundió mas la lengua en aquella abertura, jugueteando con mi parte sensible, mis jadeos y gemidos eran incontrolables y desesperados hasta que no soporte más y caí al suelo. Aquellos jadeos trabajosos penetraban en el aire, y la excitación llenó mi cuerpo de la cabeza a los pies al sentir cada pasada de su húmeda y ardiente lengua.

-No puedo soportarlo… le dije excitada entre gemidos, -por favor Jack… por favor.

Pero el no me escuchaba, solo podia sentir su humeda lengua hacer el trabajo, mientras con una mano masajeaba mis pechos, Estaba completamente loca, ya no podia mas, me tenia al vorde del abismo... -Jack, por favor- le dije desesperadamente.

En ese momento lo escuche gemir como nunca... -eres exquisita fue lo que me dijo... -eres maravillosamente exquisita!

-Jack, te necesito logue articular entre jadeos, y aquello fue lo único que el necesitó, me levanto del suelo y me lanzo nuevamente contra el árbol, me sujeto la espalda con uno de sus fuertes brazos para no hacerme daño, comenzó a besarme nuevamente, su aliento ardiente lleno mi boca hasta que sentí la presión rígida de su sexo, la dureza que se apretaba contra la cavidad vulnerable de mi cuerpo.

Entonces tomo una de mis piernas y la comenzó a levantar lentamente, para acercar nuestros cuerpos cada vez mas, entonces lo sentí... sentí como mi carne se resistió ante la amenaza de dolor y placer provocado por el cuerpo húmedo de Jack. La punta de su miembro entro en mi lentamente y al sentir la contracción fuerte y ardosa la urgencia de aquel hombre pareció multiplicarse… sus jadeos y gemidos llenaron mis oídos y nuestros cuerpos comenzaron aquel juego infinito de balanceos y excitaciones.

Gimiendo entre los apretados dientes Jack se afianzo mejor al suelo y empezó a envestirme con mas y mas fuerza, primero lentamente y luego cada vez mas y mas rápido, sus besos llenaban mi boca y yo gemía enloquecida, aquello era lo mas parecido al placer mas exquisito que alguna vez había vivido. El pasó su lengua por mi cuello hasta llegar al lóbulo de mi oreja.

–Katie, eres tan estrecha, me dijo con locura, no se si pueda contenerlo aun mas. Estaba llena de el, en cuerpo y alma, le sentía en todas las cavidades de mi cuerpo, sus envestidas me llenaban de un placer infinito, cada vez mas constante, cada vez mas adentro, me llevo hasta el séptimo cielo, y luego me dejo caer en caída libre, ya no podía soportarlo, su ardiente miembro unido a mi, sus manos tocándome, aquel perfume impregnado en mi nariz, ya no lo soportaba, mis gemidos y gritos lo corroboraron, hasta que sentí una maravillosa explosión de placer que recorrió mi cuerpo desde la punta de mis pies hasta el último cabello sobre mi cabeza. Termino dentro de mi en un orgasmo primitivo, feroz e interminable, jadeando y gritando por el placer causado por la excitación. Me colgué de él con ambos brazos, pase la boca abierta por su cara y el cuello de mi ahora hombre y procedí a lamer con avidez las gotas de su sudor.

Quedamos unidos por un momento eterno, aun con su miembro dentro de mi cuerpo, disfrutandonos, amándonos , el placer aun recorría mi cuerpo y el comenzó a acariciarme nuevamente, esta vez con ternura, separo su cara de la mía, me miro directamente a los ojos y me dijo con alegría… -Katie… ¿te das cuenta de que te amo? Te he amado desde el primer momento en que te vi, te he amado desde que entraste en la escuela y ya no lo puedo ocultar.

-Jack… -yo… No sabia que contestarle, por una parte le tenia a el, aquel hombre que me llenaba por completo, pero por otra mi libertad, mi esencia de mujer sin compromisos, hasta que le oí decir… -Por favor, no me rechaces.

En ese instante me di cuenta de que mis sentimientos hacia el eran otros, le amaba con locura, pero había sido ciega por mucho tiempo. –No Jack, nunca mas -le dije con pasión, deposite mis labios sobre los de el presionándonos y encendiéndonos nuevamente, sentí nuevamente su empalado miembro en mi interior, me tomo entre sus brazos y nos volvimos a unir con desesperación. Aquel seria el comienzo de nuestra historia, el comienzo de la pasión y locura entre Jack y Katie.